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¿Por dónde comenzar un psicoanálisis?

¿Por dónde comenzar un psicoanálisis?

Deleuze recomienda hacernos la siguiente pregunta cuando queremos emprender una tarea:

¿Por dónde empezar una tarea? y responde: » por el medio, no por la mitad, ni mucho menos por la justa mitad, sino por cualquier lado. Tomar la hilacha desprendida del ovillo y tirar. Nada de preguntarse si elegimos bien, si es el camino más corto, si aplicamos las reglas hipotético-deductivas o de mirar para atrás».

Cómo en la pintura de Salvador Dalí, «el enigma del deseo», cada sujeto compone un enigma a revelar, a dejar ver. Así como para percibir un cuadro el observador se coloca en un determinado espacio y momento, desde un lugar y en el devenir de un tiempo, así mismo si éste mismo observador cambia el lugar y aquel momento, cambia sin duda la perspectiva.

En cada persona operan constelaciones sociales, históricas, políticas, culturales, filosóficas y complejos anudamientos que conforman su ambiente y hacen a su subjetividad.

El trabajo de análisis se encuentra en el marco de la historia contada, relatada, y se trata de modificar esa historia descubriendo lo que el sujeto escinde de su relato.

Forma parte del quehacer no solo quedarse con esa historia historizada sino también instalar el cuerpo y el afecto en la construcción, deconstrucción y construcción de las distintas problemáticas que se plantean los pacientes dentro del campo transferencial del análisis.

Pudiendo de esta manera establecer estrategias clínicas como soporte para que la persona pueda formular su problema, un campo de inmanencia, de permanencia corporal y afectiva, un «yo siento» que funda un territorio de problematicidad, componiendo un sujeto activo, un sujeto de conocimiento, independiente y autónomo.