Estadística o molarmente somos heterosexuales,
pero personalmente homosexuales, sin saberlo o sabiéndolo,
y por último somos transexuados elemental o molecularmente.
Deleuze & Guattari
El Antiedipo
Lo sexual social dominante
Los autores están planteando que la sexualidad humana es mucho más compleja y fluctuante de lo que dictan las clasificaciones sociales dominantes. A nivel estadístico o macroscópico, la mayoría de las personas se identifican como heterosexuales. Es la norma impuesta socialmente.
Lo sexual personal e intimo
Pero a nivel personal e íntimo, muchos pueden sentir atracciones o fantasías homosexuales, aun cuando no se reconozcan públicamente como tales.
Y finalmente, a un nivel molecular o microscópico, somos «transexuales». Nuestra psiquis tiene componentes e identificaciones tanto femeninos como masculinos, más allá de nuestro sexo biológico. Todos tenemos una parte femenina y masculina, anima y animus. No hay una división binaria tan tajante.
La rigidez de lo sexual
Deleuze y Guattari cuestionan las clasificaciones rígidas y tradicionales de la sexualidad y plantean que somos multiplicidad deseante: en el inconsciente y en el deseo hay una fluidez y ambigüedad que va más allá de las normas sociales y la psique humana es transexual en ese sentido molecular, combinando elementos de ambos géneros y orientaciones sexuales de forma variable y cambiante.
La líbido es flexible y productiva, no se deja atrapar por la norma y rompen con la noción de una sexualidad organizada en torno a la genitalidad y la reproducción. La pulsión es creativa y se burla de las etiquetas y ese es el planteo transgresor y liberador que hacen Deleuze y Guattari sobre la sexualidad.