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«El amenazado» de Jorge Luis Borges

El amenazado poema de amor de Jorge Luis Borges escrito en 1972 y publicado por primera vez en “El oro de los tigres” es una pieza del escritor argentino. Da cuenta de la angustia de aquel que se siente “amenazado” por la llegada del amor a su vida, el temor que provoca respecto a la ruptura que produce en la cotidianeidad, en la fractura de la rutina, la angustia y la transmutación de los sentidos respecto al tiempo y al espacio.

Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo

El amor es materia, tiempo y espacio en los versos de Borges: la presencia -ausencia que redefine el concepto de tiempo y su medida, la presencia ominosa de la ausencia. 

Y también hay algo en el narrador borgeano que no puede establecerse en una relación de amor confiable porque resulta ser rehén de la pavorosa memoria del “horror de vivir en lo sucesivo”:

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.

Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.

Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.

Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.

Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.

Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.

Ya los ejércitos me cercan, las hordas.

(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)

El nombre de una mujer me delata.

Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Imagen: Licencias Creative Commons