¿Se nace con un cuerpo?
A lo largo de toda su enseñanza Lacan sostuvo que «no se nace con un cuerpo» sino que éste es el resultado de la puesta en relación con una alteridad a la que el autor francés le confiere anterioridad lógica: el lenguaje.
La imagen de nuestro cuerpo está hecha de palabras, aquellas palabras que el Otro profiere ofreciéndonos una imagen amable y significantes a los cuales identificarnos.
El lenguaje tiene así un papel fundamental en la construcción y percepción del cuerpo, es más, de hecho, sabemos que tenemos un cuerpo e incluso unos órganos determinados, por efecto del significante.
El cuerpo de los hablantes está sujeto a dividirse de sus órganos, lo bastante para tener que encontrarles función.
(El Atolondradicho, Jacques Lacan)
¿Qué quiere decir Lacan con esta afirmación?
Significa que el lenguaje aísla los órganos y les atribuye funciones, puesto que es por poder hablar de ellos que estos adquieren representación para nosotros y, al mismo tiempo somos afectados por esos dichos.
Es decir, esta constancia de la relación cuerpo-lenguaje en la enseñanza de Lacan permite afirmar que su teoría se despliega no sin el cuerpo, y, por ende, tal relación sustenta también otras conceptualizaciones.
Como resultado, el lenguaje no sólo hace del cuerpo lo que es, lo cual implica decir que el cuerpo sólo es tal en relación con el lenguaje sino también lo que nos permite identificarlo como «nuestro cuerpo«, como señala Lacan «al punto de que él no sería aquí, a falta de poder hablar de este». Es por el lenguaje, por nuestros dichos que atribuimos el cuerpo a un sujeto.»
El hombre habita el lenguaje
Referencias bibliográficas
González, Cecilia, Usos y estatutos del cuerpo: Lacan y el pensamiento Contemporáneo. Tesis Doctoral, Licenciada en Psicología, Departamento de Filosofía, Universidad Autónoma de Barcelona, 2013.
Imagen: Intermission de René Magritte